jueves, 26 de agosto de 2010

Arranca el experimento

Antes de partir (¿volver?) de Barcelona rumbo a Montevideo, mi amigo Felipe me recomendó que escribiera un blog. Hace poco, un año y medio más tarde, otro amigo, Eduardo, me terminó de convencer. Así que ahora, recién aterrizado en Buenos Aires, abro este espacio para reflejar esa visión particular que adquiere la gente al moverse. Esa mirada levemente desenfocada sobre dos (y en mi caso, más) lugares: el lugar al que se llega y el lugar del que se viene.


Montevideo-Buenos Aires-Montevideo-Nueva York-Granada-Barcelona-Montevideo-Buenos Aires.

Esa cadena de nombres resume mi trayectoria vital. Es la trayectoria de una larga serie de arraigos y desarraigos sucesivos. Este conjunto de nombres puestos en fila es, entre otros factores, lo que configura una mirada personal, particular e intransferible --como lo es la de todo ser humano.

Para tener una visión diferente de un objeto, se pueden hacer dos operaciones básicas: tomar distancia y acercarse de golpe. 

En mi caso, la primera operación es la correspondiente a Barcelona: después de 10 años viviendo allá me fui a la otra punta del mundo. 

La segunda corresponde a Buenos Aires: un brusco acercamiento a una ciudad que había pisado varias veces y donde incluso había vivido unos meses, pero que nunca había llegado a conocer verdaderamente.

Me siento agradecido por la oportunidad de contemplar simultáneamente dos ciudades desde un punto de vista privilegiado. El resultado es lo que trataré de plasmar en este blog.

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